Empeñados en nuestro intento de descubrir en bicicleta los tesoros de Madrid, nos acercamos en esta ocasión hasta otro de los más emblemáticos y posiblemente el segundo en orden de antigüedad.

En 1970, ya en decadencia y muy deteriorada, echó el cierre. Tras una profunda restauración volvió en 2005 a abrir de nuevo sus puertas convertida en un moderno hotel con encanto, que ahora se llama Petit Palace Posada del Peine.
Parece cierto que su curioso nombre se debe a que, en sus orígenes, las habitaciones contaban como servicio complementario, con un peine atado a una cuerda, para impedir que los viajeros se lo llevaran. Su estructura arquitectónica es peculiar, ya que se trata de tres edificios unidos entre sí, con tres estilos arquitectónicos diferentes de distintas épocas.
Hay constancia de muchos alojados célebres en la Posada, entre otros la viuda de Gustavo Adolfo Bécquer o el pintor José Gutiérrez Solana. Camilo José Cela habló de La Posada en su discurso de ingreso en la Academia de la Lengua. El premio Nobel hace referencia a ella, como "la histórica, destartalada y entrañable Posada del Peine".
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